Aviso a priostes
El Diputado da un aviso a las priostías sevillanas referido al uso de atributos y túnica bordada en el Señor.
El Diputado
Segundo miércoles de esta Cuaresma con el calendario encima tachando fechas y contando hacia atrás para la llegada de la bendita Semana Santa, que nos avisa de su retorno con el brotar del azahar en los naranjos sevillanos. Y con ello, vuelve la lucha de todos los años, las dichosas túnicas: los infumables priostes y los atributos que nadie realmente conoce ni sabe referirse a ellos con exactitud.

Dos semanas han faltado para ver quién si y quién no. Tan fácil como eso, catorce días para reconocer qué priostes quieren este año tener su minuto de protagonismo en sus priostadas imponiendo sus gustos al mismísimo evangelio. Porque claro, lo liso le queda mejor, es más estético y el Señor era humilde. Y tú también eres un inculto, señor prioste, pero seguramente tu influencia hará que nadie te caliente las orejas y te diga que lo haces todo perfecto, aunque no tengas ni la más remota idea ni de cómo has acabado desempeñado dicho puesto de la junta de desgobierno. Perdonen, de gobierno, o eso dicen.
“El Señor reina vestido de majestad”, por eso mismo si tenemos una túnica bordada, se la debemos poner para lucir en el día grande de la cofradía porque, usted, señor prioste de turno, no va a la calle el Domingo de Ramos o el día de su cofradía en chandal, usted va en traje y con la corbata al cuello más apretada que el costalero de quinta que el capataz ha puesto en sexta para cargárselo de la cuadrilla. Por eso mismo, el Señor, si tiene una túnica bordada, debe de ir con lo mejor que tiene a las calles. ¿Os imagináis a la Macarena con un manto liso para la Madrugá? No tendría sentido, ¿verdad? Pues menos sentido tiene evangélicamente que el Señor vaya con una túnica lisa. Este aviso es antes de que por mero gusto personal te pases por las partes nobles del cuerpo las escrituras y hagas lo que quieras. Sin decirte claramente que si tu gusto personal es éste, te lo vayas mirando, que lo próximo es pedir una tapa de croquetas de plátano y bacon, que sí, las hay. De cárcel. Igual que las batamantas para salir a la calle.
No debería poner ningún ejemplo pero creo que el más claro lo hemos tenido con la veneración de la Hermandad de los Panaderos. El culmen del mal gusto. El Señor con una túnica lisa de color burdeos teniendo su túnica bordada en el cajón. La dolorosa, sin tener culpa de nada, vestida sin ningún tipo de gusto, y el montaje del altar mejor dejarlo de lado. El lado malo de la historia. Por otro lado, tenemos todo lo contrario en el culmen del buen gusto. El traslado de vuelta de la Hermandad de la Estrella. Leandro, gracias por existir, la Virgen de la Estrella ha ganado enteros desde que llegaste. Pero no solo esto, sino que ver al Señor con sus atributos en su traslado ha sido de las imágenes de la Cuaresma. Esperemos que lo veamos tal cual el Domingo de Ramos. Lo merece.
Pero no podemos dirigir al gusto ésto, es algo con un trasfondo evangélico. Es algo que no puede redimirse al gusto de dos personas encargadas sin tener ni idea de un cargo en la cofradía. Por eso este aviso a navegantes a esos priostuchos que sin ningún criterio deciden acatar sus priostadas saltándose todo lo dictado. El Señor con túnica bordada, con sus potencias y su corona de espinas. Y si no te gusta, te vas a una pirata a dar por saco, que eso no tiene nada que ver con la Iglesia.
Palermo al suelo y avanzamos con el tramo, que tengo que ayudar al prioste a limpiar las potencias para dejarlas en el cajón un año más.