El Diputado

Con la Magna de Carmona a la vuelta de la esquina vengo a comentaros una serie de ineptitudes vistas en ciertos lugares donde sus dirigentes pensaron, piensan y pensarán que saben organizar un evento magno. Y para daros una pequeña exclusiva.

Modas fuera, hay que ser conscientes que las procesiones magnas cada vez son más frecuentes para celebrar cualquier efeméride en las ciudades o pueblos de nuestra Andalucía, mientras que antes se realizaban, si procedía, una salida extraordinaria.

Por ejemplo, como el aniversario del voto de la Inmaculada Concepción, que a día de hoy hubiese propiciado una magna procesión en la ciudad, que duda cabe. Y si no miren como el Santo Entierro organizó este pasado Santo Entierro Grande en la pasada Semana Santa.

Pero echando un pequeño vistazo fuera de Sevilla, podemos encontrarnos con auténticos esperpentos en organización de estos eventos. Os lo cuento desde mi lugar de Diputado en todas y cada una de las procesiones magnas vividas en el pasado 2022.

Pasos tardíos, encuentros innecesarios y bandas lentas despegadas de los pasos en Antequera. Tantísimo patrimonio para finalmente ver una procesión en la que solo se destacó eso mismo. A nadie le interesó hablar a nivel organizativo porque nuestros queridos eruditos de Twitter se encontraban corriendo las cuestas arriba con los pasos a toda velocidad. Costumbre dicen.

Retrasos infumables, pasos lentos, consejo inactivo y peleas en la puerta de la Catedral de una Capital andaluza. Que pena lo ocurrido en Cádiz, con lo que podría haber sido aquello. Siempre nos quedará la Viña y el Pópulo. Dignos siempre de estar en los altares más grandes al hablar de las cofradías de Cádiz.

¿Quién había en las calles de Almería en la fantástica magna de bandas que nos brindaron? Recuerdo ir con mi palermo por mitad de un tramo del Señor de la Resurrección y recordar las películas del Oeste, solo faltaban los vaqueros con las pistolas, eso si, yo no temía nada, llevábamos campanas tubulares y todo el mundo sabe el daño que eso hace… a los oídos.

La única de las vividas que pudo salvarse fue la de Sanlúcar, por el pescado frito y el bacalao de «Casa Bigote» en Bajo de Guía, no por otra cosa. Una virgen del Carmen con Presentación al Pueblo, palios prestados, sones de «Ole ole» cada vez que una banda subía sus tonos en una cuesta en la que los costaleros no podía con el paso. Aún así este diputado tuvo la suerte de ir con una piedad bajo palio que era la versión mas exquisita de lo que debiera ser una piedad en Sevilla.

Valoremos sevillanos el nivel de organización en todos los ámbitos que vivimos en el Santo Entierro Grande y la manera de trabajar que tuvieron todas nuestras hermandades, que cuando llegue la Magnas de las Esperanzas en 2025, en las manos de nuestro Consejo de Cofradías, no sabemos lo que nos puede llegar.

Palermo al suelo y avanzamos con el tramo.

Crucificado de la Palma. Magna de Cádiz 2022 / Foto: Javier Guerrero.

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