Así regresa el Stmo. Cristo de las Aguas de su restauración

Durante más de 5 meses, la imagen cristífera ha sido intervenida por la empresa MUSAE Arte y Restauración

Tras despedir a su titular cristífero la Hermandad de las Aguas, la talla de Antonio Illanes realizada en 1940 ha regresado a la Capilla de Ntra. Sra. del Rosario en la mañana de este 29 de diciembre tras un largo período de 5 meses y 18 días, concretamente, 171 días, en las dependencias de la empresa MUSAE Arte y Restauración siendo restaurado.

La imagen presentaba inestabilidad en los materiales que lo componen, además de que los mismos que componían la protección final de la policromía se estaban oxidando. A su vez, las grietas que presentaba en las uniones de los brazos al cuerpo y el paño de pureza manifestaban un deterioro acrecentado que dañaban la policromía y la eliminaban, al mismo tiempo que se apreciaba una capa de suciedad que provocaba un oscurecimiento de la imagen.

Un proceso de intervención estudiado y elaborado

Los estudios realizados previamente mediante Rayos X y «fluorescencia visible de luz ultravioleta y luz rasante» han servido para conocer en profundidad la estructura del crucificado previamente. Conociendo así todos los detalles, el ritmo de actuación de los profesionales ha sido el siguiente:

Se ha procedido a retirar toda la suciedad que oscurecía la obra, para posteriormente eliminar todos los materiales que protegían a la obras que se encontraban corroídos. Así se ha conseguido mostrar el aspecto original de la obra de Illanes, con toda su policromía con la que lo concibió. Las grietas mencionadas que fracturaban el colorido y la imagen en sí se han saneado y cubierto, reintegrando cromáticamente las partes que habían sido perdidas por la acción de las aberturas provocadas por el soporte del peso de la imagen titular.

Así se completa otra restauración del Stmo. Cristo de las Aguas, obra que vino a sustituir la anterior que se quemó en 1942 en el incendio de San Jacinto cuando la cofradía del Lunes Santo radicaba allí. Se trata de la tercera intervención que sufre la escultura, predeciendo la realizada por Francisco Pélaez del Espino en 1980, que años atrás intervino a Jesús de la Pasión y posteriormente a Ntro. Padre Jesús de las Penas de la Estrella, y Enríquez Gutiérrez Carrasquilla en 2008 con la misma duración de casi 6 meses, con un traslado público hacia los talleres en el barrio de Triana.