GUÍA PARA CAPATACES SOBERBIOS Y COSTALEROS BLANQUEADORES DE PARTES ÍNTIMAS

0

El Diputado entrega un manual de comportamiento a capataces y costaleros para buscar un cambio en la dinámica actual de ambos grupos en el ámbito de las hermandades

El Diputado


Termina el 2023, El Diputado está contento, no puede parar de vibrar su corazón al saber que está a la vuelta de la esquina la guitarra canalla que le hará desconectar del mundo ateo de las cofradías. Por que sí, vivimos en un mundo de las cofradías ateo, el más ateo que se recuerda dentro de las mismas. «El museo callejero” la llaman. Como si ésto, el único sentido que tuviese, fuese desplazar como cabalgatas pasajes de un libro el cual el 90% de su misma sociedad ni tan siquiera ha leído.

Llega poco a poco el momento de las uvas, y mirando atrás, dentro de esta mi sección hemos podido ver de todo, hemos podido ver como un presentador de TV local llamaba a quien cree que es el Diputado, hemos visto como gente de las que vende cofradías, en mil anuncios o wallapop, amenaza al mismo Diputado, o incluso personas de una banda ofendidas con el mismo. Si tuviese que forrar mi habitación con enfados, creo que para marzo de 2024, tendré todo el cuarto cubierto para poder gozar ante tanta belleza de lo generado.

Pero déjenme dedicar este artículo para cerrar el año a nuestras queridos y amados capataces, con un manual de instrucciones para no tocar los cojones. Por que tú, por muy capataz que seas, no eres más que nadie.

Si un costalero, te pide ayuda, dásela. Eres el principal comandante de tu cuadrilla, sé un buen responsable y si uno de tus comandados requiere de tu ayuda para cualquier cosa, eres el primero que debe estar ahí, y no solo no pasar del tema y no expresarle de malas formas a tu costalero que no le vas a ayudar. La soberbia en casa que seguro que tu padre, el que te enseñó y te dejó su lugar, no estará orgulloso de verte así.

Sé comprensivo con tus costaleros. Si uno de ellos no puede ir a un ensayo porque está enfermo, compréndelo, seguro que tú también dejarías de ir. No puedes amenazar a alguien con perder su sitio solamente por esa razón. ¿O contamos lo que ocurrió en una cofradía de la Madrugá con un infectado por Covid en 2022? Volvió al primer ensayo y lo habían pasado dos trabajaderas atrás para cargárselo. De vergüenza.

Si no puedes, no sigas. No dejes que tu incompetencia tras tantísimos años y con una cuadrilla que deshonra a la Virgen que lleva, te manden al cajón de la eternidad de los capataces, y encima luego, por Facebook te dé por quejarte a viva voz. Haberte ido a tiempo, te hubiese librado de hacer tantísimo ridículo. Pero no te supiste ir.

No midas por botellines a quién meter. Te puede salir caro. No midas en invitaciones a quien debes o no meter en la cofradía, porque eso mismo será el cavar tu propia tumba dentro de la cuadrilla. Y si no mira en la hermandad cercana a los Jardines del Valle. ¿Cuántas veces han salido prácticamente a porrazos de la igualá? Y todo por meter a sus “recomendados”, que eran los que invitaban a él y su familia a desayunar en MercaSevilla.

Pero, ¿sabéis qué? Que pasará el 2024 y ninguno de estos consejos se habrán cumplido, porque el mundo del costal ya no es de los costaleros. Ya es de un capataz que como cacique hace y deshace a su manera, sin preguntar y sabiendo que tiene la total potestad sobre el grupo al completo. Y le dará totalmente igual quién se vaya, porque existirán otros ocho blanqueándoles partes del ano para entrar. Véase los enfados por privado recibidos cuando en la Amargura echaron a Ollero y lo anunciamos nosotros. Lamedores anales profesionales.

Los que al publicar un vídeo de un ensayo de la Trinidad, de un costalero sin saber donde meterse en mitad de una vuelta, vienen y te amenazan solo por ganarse un hueco en su corazón, que no en un paso. Para que luego el mismo capataz en otra ciudad se encuentre dándote palos en el lomo y llamándote pesado. Hay que tener mala suerte y ser desgraciado, ¿verdad costalero?

Pero, ¿sabéis qué es lo mejor? Que como el 80% de los costaleros actuales no van por el oficio, si no por el postureo de decir, “soy costalero”, esto no llegará a cambiar nunca. Y siempre será el peloteo y la poca decencia ante los ojos de cualquier ser de fuera del mundo del costal, lo que llevará por ende a cualquiera a trabajar una cofradía.

Palermo al suelo y avanzamos con el tramo. Feliz 2024, a todos, y a nadie en general.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *