¿Cuántas dolorosas no procesionales tenemos repartidas por Sevilla? | VOL. I

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Sí, existen más imágenes a parte de las que vemos cada Semana Santa bajo palio o en los pasos de misterio. Y sí, o están olvidadas en un rinconcito de la parroquia, o reciben el mínimo tratamiento para no sufrir desperfectos. Hablando de las dolorosas no letíficas, podemos contar unas cuantas: hasta más de 30. Empecemos con las 10 primeras, desde el área del centro hasta el límite de los muros de la antigua ciudad.

Sí, existen más imágenes a parte de las que vemos cada Semana Santa bajo palio o en los pasos de misterio. Y sí, o están olvidadas en un rinconcito de la parroquia, o reciben el mínimo tratamiento para no sufrir desperfectos. Hablando de las dolorosas no letíficas, podemos contar unas cuantas: hasta más de 30. Empecemos con las 10 primeras, desde el área del centro hasta el límite de los muros de la antigua ciudad.

En el barrio de Santa Cruz, tras Parroquia del mismo nombre, en el Oratorio de la Escuela de Cristo, a los pies del Stmo. Cristo de la Providencia, encontramos una obra de Critóbal Ramos llamada Stabat Mater Misericordiarum, de 1798 y estrenada como obra póstuma en el 1800, que junto al Señor en la Cruz forma un Stabat Mater con las manos entrelazadas (muy común en Cristóbal Ramos) mirando al cielo. Una talla desconocida de 144 cm de altura que solo puede ser visitada un domingo antes de la misa de las 11:00.

Stabat Mater Misericordiarum de la Escuela de Cristo / Foto: Sevilla Daily Photo

Tras cruzar por calle Fabiola y encajarse en la Iglesia de Santa María la Blanca, la inactiva Hermandad del Sagrado Lavatorio fundada en 1598 aún conserva dos de sus tres imágenes titulares: el Stmo. Cristo del Mandato y Ntra. Sra. del Pópulo, datada en 1598 y atibuida a Pedro Nieto. La imagen, que fue restaurada en 2021, es una obra de candelero para vestir, realizada en pasta menos las manos, que son de madera, cumple este año el 425 aniversario de su hechura, y es la única imagen que no sale desde su sede, pues el titular cristífero realiza un Vía – Crucis en Cuaresma y la Virgen de las Nieves realiza su salida procesional en el mes de octubre, por lo que se podría valorar realizar un acto extraordinario externo con esta imagen de gran valor artístico.

La imagen, junto al misterio del Sagrado Lavatorio que desapareció con la invasión francesa en 1810 y el Stmo. Cristo del Mandato, realizaba estación de penitencia el Viernes Santo hasta 1662, teniendo que fusionarse con la Hermandad sacramental y priorizar el culto interno al externo.

Ntra. Sra. del Pópulo tras su restauración / Foto: José María Silva

Trasladémonos hasta la vecina Parroquia de San Bartolomé. El parecido de una dolorosa a los pies del Stmo. Crsito de la Salvación en la nave lateral derecha del lugar con la Virgen de la Estrella de Triana hace que se le conozca popularmente como la «Estrellita de San Bartolomé», pero se trata de Ntra. Sra. de la Salvación, una imagen de candelero de vestir que mide metro y medio, tallada por Cristóbal Ramos en 1776. ¿Cómo fue descubierta su autoría si al principio no aparecía documentada?

La misma sufrió un ataque en 1992 durante su estancia en el Monasterio de la Visitación, cuando un individuo arrojó un bote de gasolina sobre la escultura y le prendió fuego, pudiendo salvarse gracias a la restauración que llevó Juan Manuel Miñarro que encontró bajo la mascarilla de la imagen el documento que certificaba dicha autoría.

Ntra. Sra. de la Salvación de San Bartolomé / Foto: Maldonati

Cerca de San Bartolomé, en calle Levíes, la antigua imagen de Ntra. Sra. de la Merced de la Hermandad de Pasión se venera en el Colegio de San José de las Mercedarias Descalzas, de autor anónimo realizada en el 1800. La misma fue regalada en 1842, dos años después de perder la talla de Martínez Montañés durante la exclaustración del Convento de la Merced en 1840, en la que la imagen acabó en la Capilla del Museo y perdiéndose su rastro.

En su concepción, estaba destinada a ser una santa hasta su adaptación, de ahí su rostro alegre que no está disimulado por las lágrimas incrustadas para su conversión en dolorosa. La misma fue reemplazada debido «al escaso mérito artístico y carente de auténtica expresividad dolorosa», y llegó la obra de Sebastián Santos Roja en 1966, quedando la Virgen de la que hablamos en el colegio de San José, donde cada 24 de septiembre se celebra una Función en su honor, permaneciendo en besamanos a su conclusión.

Imagen de Ntra. Sra. de la Merced / Foto: BlogMorado

Volvamos a la Parroquia de Santa Cruz. Allí, en el lado izquierdo del crucero, enmarcada en un hermoso retablo barroco del sigloo XVII, se halla la Virgen del Mayor Dolor, obra anónima datada a mediados del siglo XVIII que llega a la parroquia en 1752, aunque hay quien se aventura a atribuirla a José Montes de Oca. No existe demasiada información acerca de la talla, pues constan documentos de su llegada pero no de su realización, ni se celebran cultos en su honor: sirve de imagen de alabanza o «decoración» del templo.

Virgen del Mayor Dolor / Foto: Leyendas de Sevilla

Sigamos recorriendo las callejuelas de Sevilla hasta llegar a la Iglesia de San Alberto Magno. Teniendo la oportunidad de entrar en la misma, nuestra atención se canaliza hacia el Altar Mayor. Un calvario en la misma que recibe culto en Cuaresma: el Stmo. Cristo del Perdón con Ntra. Sra. de los Dolores. La imagen de la Virgen María que se puede contemplar se fecha en el siglo XVII, atibuyéndose a la producción de La Roldana, ya que guarda relación con imágenes también atribuidas a dicha línea como la Esperanza Macarena o la Virgen del Mayor Dolor de Jerez de la Frontera. En sus inicios era una imagen de talla completa, que provenía del antiguo oratorio existente en Santa Catalina, pero en 1796 se remodeló para ser una imagen de candelero para vestir.

Destacan sus manos entrelazadas, símbolo del dolor, reflejado también en su ceño fruncido y boca entreabierta, y en el arrodillamiento que la imagen realiza como motivo de súplica. Si tienen la oportunidad, acérquese y contemple esta obra que manifiesta una calidad artística inigualable, aunque este año 2023 será sometida a labores de restauración por David Trigero Berjano. Al radicar la Hermandad de la Vera – Cruz en San Alberto desde 1868 hasta 1942 por la incautación de la Iglesia del Convento de Pasión, existen teorías que afirman que esta dolorosa fue propiedad de la cofradía, hasta que se mudó a la Capilla del Dulce Nombre de Jesús y adquirió la imagen de Antonio Illanes, abandonando la que preside el altar mayor del templo de la calle Manuel Rojas Marcos.

Ntra. Sra. de los Dolores de San Alberto / Foto: ArtePerea

Nuestro viaje va necesitando un descanso, pero quedan imágenes interesantes por descubrir. Una gran parada en la Iglesia de San Idelfonso nos hará encontrarnos con dos imágenes marianas que nos reciben en sus altares. La primera, en la nave lateral derecha, una imagen parecida a la Esperanza Trinidad o la Virgen de la Presentación del Calvario nos llama a la oración: es Ntra. Sra. de la Esperanza en su Soledad, de Juan Astorga realizada entre 1840 y 1843. Muchos la consideran la «Madre del Cautivo de San Idelfonso», pues la comunidad parroquial celebra e informa de los cultos a ambos, además de cuidar de la imagen y de preparar su besamanos en el mes de septiembre.

Esta imagen no recibe a sus fieles en las calles de Sevilla. De hecho, la última vez y única que pisó las calles fue para participar en las Misiones Generales de 1965.

Ntra. Sra. de la Esperanza en su Soledad / Foto: Periodista Cofrade

En el lado derecho de la epístola, o nave del evangelio, justo al fondo, al lado de la puerta de entrada, un altar a modo de vitrina recoge el conjunto de La Piedad. Ambas esculturas, de gran calidad artística, están atribuidas a Cristóbal Ramos y ubicada en el siglo XVIII.

El grupo escultórico sufrió una restauración a finales de 2015 y principios de 2016 enmarcada las labores de conservación de toda la Iglesia de San Idelfonso, en las que también estuvo ausente el Señor Cautivo durante la Cuaresma del mismo 2015. Con la intervención que sufrió La Piedad se intentó reforzar la imagen para alcanzar el mejor estado posible y recuperar el aspecto más cercano al original, además de afianzarla en el tiempo

Conjunto de la Piedad de San Idelfonso / Foto: Wikimedia

Desde San Idelfonso caminamos dirección Jardines de Murillo. En la Iglesia de San Nicolás de Bari, sede de la Hermandad de la Candelaria, en la nace del Evangelio, en el camarín que ocupaba el Stmo. Cristo de la Sangre, encontramos a Ntra. Sra. del Camino, una dolorosa de candelero arrodillada y con las manos entrelazadas que se pronostica tallada a principios del siglo XVIII, con autoría incierta (aunque se atribuye a Cristóbal Ramos) al no encontrarse documentación, pero los estudiosos encuentran rasgos similares con la Virgen de la Amargura de San Juan de la Palma.

Tiene una gran historia tras de sí. Fue titular de la desaparecida hermandad trianera de los Santos Mártires fundada en el siglo XVI, que realizaba estación de penitencia cada Jueves Santo a Santa Ana desde la Capilla del Hospital de los Santos Mártires, posiblemente en calle Febo, con sus dos pasos procesionales. Con la decadencia de la corporación y la destrucción de su templo, pasaron al Convento de los Remedios, para ir a la Capilla de Santa Catalina de la Parroquia de Santa Ana de Triana y, finalmente, acabar en San Nicolás en 1880, separándose de la imagen del Ecce Homo, cuyo paradero se antoja desconocido, creyéndose que puede ser Ntro. Padre Jesús de la Salud y Buen Viaje de la Hermandad de San Esteban, o el busto que se encuentra en la cripta de Santa Ana, allí en el arrabal de Triana.

La última vez que recibió culto fue en 2019, ya que tras su restauración en 2014, se celebó un besamanos que, cada Viernes de Dolores o 15 de septiembre, se hizo anual hasta la llegada de la pandemia, quedando hasta ahora en el cabecero de la nave que preside actualmente.

Ntra. Sra. del Camino en su altar / Foto: Periodista Cofrade

La ruta de hoy la acabamos un poco más cerca del casco histórico. En la calle Cervantes, dentro del Capilla de San Pedro de Alcántara, se verena la imagen de la Virgen de los Dolores, una obra anónima fechada en el primer tercio del siglo siglo XVIII. No obstante, esta escultura presenta rasgos similares a la producción artística de Pedro Duque Cornejo.

La Virgen, arrodillada sobre un cojín al pie de la cruz con las manos entrelazadas, viene a reflejar el modelo de Virgen Dolorosa de 1565 que tallara Gaspar de Bezerra para la reina Isabel de Valois, tristemente desaparecida en 1936.

Muy destacable el rostrillo que, a modo de escapulario, envuelve a la imagen desde la cabeza hasta la cintura, y a su vez arropada por un manto de color negro con una ornamentación vegetal estofada. Añadida sobre ella, el corazón de María con los siete puñales. La obra nunca ha recibido culto, ni ha visitado las calles de Sevilla, siendo un mero elemento decorativo que llama a la oración en el desconocido templo cercano a San Martín.

Virgen de los Dolores de San Pedro de Alcántara / Foto: Archidiócesis de Sevilla

Aquí termina nuestro pequeño recorrido. No obstante, quedan otros más reportajes donde daremos a conocer otras imágenes de la Virgen María repleta de dolor que reciben las visitas y oraciones de aquellos que anhelan la historia y evitan olvidar a las devociones que hace siglos fueron de nuestros ancestros.

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